viernes, 2 de marzo de 2018

Reseña: The Outcast, de Glynnis Campbell


Conoce a las muchacha del mundo de María Estuardo... al igual que el abrojo escocés, son encantadoras y bonitas, pero fuertes y espinosas. Solo los héroes más fuertes y sabios serán capaces de evitar las espinas y descubrir su tierno interior. En The Outcast, la precuela a la saga Scottish Lasses.

Lachlan Mar, un guerrero escocés discapacitado, no cree que nada pueda calmar sus heridas de guerra. Entonces Alisoune Hay, una muchacha brillante y hermosa, llega a su cabaña y su vida, curando su dolor y su corazón con el poder más mágico de todos: el amor.



Aviso: libro no publicado en español
Esta novela la escogí para el reto Googleando portadas. Este libro estaba en mi libro electrónico y tenía una portada tan invernal (el tiempo también acompaña) que era perfecto para uno de los puntos del reto (una estación).
Es una novela corta y en la que destacan dos personajes: Lachlan y Alisoune. A Lachlan se lo ve al principio de la novela muy deprimido: ha perdido una pierna en una batalla en la que han muerto todos sus hermanos. El panorama no es muy halagador, vive como un paria en el bosque, con su perro, y aún no se acostumbra a la reciente pérdida de la pierna.
De repente, llega Alisoune, a la que persigue una turba enloquecida que la acusa de bruja y quieren quemarla (el motivo: porque ha dicho que La Tierra gira alrededor del Sol). La protagonista femenina es muy intelectual, además de fabricante de gafas (de hecho, ella misma lleva un par siempre), algo que hace que sus vecinos la miren con recelo. Me ha gustado el detalle de hacer un personaje con estas características, ya que es novedoso y le aporta originalidad a la novela. Además, da algunos detalles históricos de las gafas del siglo XVI sin que se relentice la trama.
Por curiosidad, busqué como eran las gafas de esa época y seguro que si pongo este cuadro os va a sonar:
Ha sido gracioso imaginarme a la protagonista con este tipo de gafas tan rudimentarias. 
La novela es corta, así que el ritmo de la novela es rápido. Es inevitable que no haya instalove, pero en este caso no me ha importado. Debido a la limitación del número de páginas casi que prefiero que haya a que no y quede demasiado forzoso. A pesar de las pintas (él va hecho un eccehomo porque está tan mal de ánimo que ha pasado de su higiene personal), sienten una atracción instantánea, que aumenta conforme pasan los días después de que una gran nevada los deje incomunicados en la cabaña.
Allí, el ingenio de Alisoune se transforma en varias facilidades que ayudan a mejorar la vida de Lachlan. Así que tiene elementos que de por sí ya me gustan: Escocia, gran nevada que les hace estar en una cabaña durante días, un perro gracioso, un prota atormentado que no va de cruel y de malote, una prota inteligente (y que aunque algunas veces se pone cansina con las preguntas, no se te atraganta), toques de magia.
Lo cierto es que para ser una novela corta, ha sido original y me anima a leer el resto de libros de la saga. Le doy un 7/10.


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